Cuando una fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y mujer, con una visión integral de la salud, conoce a una entrenadora personal especialista en ejercicio físico femenino, con la misma visión de conjunto, surgen sinergias que acaban por confluir en proyectos concretos. Compartir el día a día con mujeres de diferentes edades, estratos, lugares o entornos, y darse cuenta de que todas ellas comparten las mismas dificultades, nos hace preguntarnos qué más podemos hacer por ellas de forma complementaria.
Estas mujeres llegan a nosotras con los mismos problemas, las mismas inquietudes y los mismos déficits a nivel emocional y físico. Al ver cómo sistemáticamente cada una de ellas muestra sus inseguridades, su falta de tiempo para si misma, sus cargas diarias independientemente del estilo de vida que tenga o incluso de su poder adquisitivo, te vas dando cuenta de las carencias que hay en una población femenina muy valiosa para la sociedad.
Nos planteamos la necesidad de que las mujeres puedan conocer sus cuerpos, para que de esta forma lleguen a cuidarlos, amarlos y respetarlos como se merecen. Conocer la anatomía femenina es crucial para todas ellas. Desmitificar tanta información falsa que llega en forma de pequeñas píldoras que vamos incorporando a nuestro día a día y que al final acabamos creyendo como verdades absolutas, es muy importante para entender que no somos lo que quieren hacernos creer.
Podemos entendernos y aceptarnos como somos, pero también podemos cambiar las realidades que no nos gustan, siempre que tengamos las estrategias adecuadas.
En este proyecto, el objetivo es dar a conocer todas esas herramientas que tenemos al alcance de la mano para convertir nuestro día a día en algo positivo, amable y atractivo. Sin recurrir a fórmulas magistrales, podemos ofrecer soluciones a los eternos problemas de salud femenina que preocupan a las mujeres.
Buscando un entorno seguro, de confianza, de apoyo mutuo, podemos llegar a entender qué nos está ocurriendo y cómo podemos intervenir para levantarnos cada día con una sonrisa, con menos dolor de espalda y sin esa molesta incontinencia. Tener una vida sexual más plena, con el poder de conocer lo que me gusta y lo que no, lo que quiero para mi vida y lo que no, y tomar las riendas de nuestra vida y nuestra salud, con pequeños esfuerzos y pequeñas victorias.
Por qué importa la salud femenina
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